Los trabajos de demolición están valorados en 15.188 euros y se desarrollarán a lo largo de dos semanas debido a la "complejidad" que presenta el derribo de este inmueble cuya fachada principal mira a la avenida Iparraguirre y cuenta con una ampliación del local original situada sobre las vías en un terraplén del gestor ferroviario Adif. Con este derribo se elimina uno de los puntos de riesgo de la localidad.

Los trabajos iniciados ayer consistieron en el vaciado del mobiliario que aún permanecía en el interior y el desmontaje de algunos elementos metálicos de la edificación si bien la labor prioritaria de la jornada fue la eliminación de los techos de uralita que sellaban buena parte de este local de más 300 metros cuadrados de superficie.

"Hemos tenido que llamar a una empresa especializada ya que el techo es de uralita y presenta riesgo de contaminación por amianto y no se puede mezclar con el resto de escombros ya que estos deben ir a parar a un gestor autorizado", explicaba a pie de obra un trabajador de la empresa Zandesa que lleva a cabo el derribo. En este sentido, operarios de la empresa Igarsa, provistos de monos blancos, calzado de seguridad y mascarillas procedían a la eliminación de la techumbre mientras que en otro extremo de la propiedad daban cuenta del desmontaje del cableado de telefonía del local que sobrevolaba la carretera comarcal.

Voladizo. La otra gran preocupación de los trabajadores será la demolición de la zona ampliada al local original ya que una parte de la misma es susceptible de caer sobre el trazado ferroviario por el que a diario circulan parte de los trenes que entran y sacan las mercancías del puerto de Bilbao.

"Hay bastante distancia hasta las primeras vías del tren pero con estas cosas siempre hay que tener mucho cuidado", explicaba el maquinista que operará el derribo mientras observaba la vertical entere el local y las vías.

"Una vez que mañana (por hoy) finalicen con el vaciado nuestro objetivo será acceder desde el aparcamiento del restaurante para abrir un pasillo hasta el edificio principal y luego ya derribaremos el voladizo hacia el interior de la finca", comentaba este curtido maquinista, con más de 20 años de experiencia, a quien le preocupaba el destino de las dos grandes palmeras que adornan el jardín interior con el que contaba el local. "Intentaremos salvar al menos una, la más cercana a la carretera, aunque habrá que ver cómo podemos sacarlas", comentaba.

Esta demolición pondrá punto final al que fuera una de los restaurantes más reconocidos de Ezkerraldea en los años 70 y 80 y que tras varios traspasos cerró sus puertas hace seis años. En este tiempo el deterioro del local se fue haciendo patente hasta el punto que el Ayuntamiento tomó cartas en el asunto incoando un expediente de ruina.

El 5 de octubre pasado, ante el riesgo existente tanto para el local como la integridad de las personas que lo ocupaban se hizo un requerimiento a los propietarios para que derribaran el inmueble y lo desalojara. Un oficio que fue recurrido el 12 de noviembre. Tras el incendio, los propietarios presentaron el 14 de diciembre el proyecto de demolición que obtuvo licencia el día 21 para empezar las obras ayer.

Fuente:DEIA http://www.deia.com/2011/01/11/bizkaia/margen-izquierda-encartaciones/el-derribo-del-antiguo-restaurante-lucas-elimina-un-foco-de-riesgo-en-santurtzi-