Hoy, 17 de mayo de 2018, Día contra la Homofobia y la Transfobia, las mujeres y los hombres que formamos EAJ-PNV queremos renovar nuestro compromiso en la lucha contra la discriminación por motivo de orientación sexual y de identidad de género. La dignidad, la igualdad de trato y la igualdad de género ante la ley conforman un derecho fundamental y universal reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Reconocemos y celebramos que en los últimos años se han logrado grandes avances significativos en el reconocimiento, el respeto y la salvaguarda jurídica de los derechos de las personas que integran los colectivos LGTBI (Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales), pero estos avances prácticamente se localizan de forma casi exclusiva en los países occidentales. En amplísimas zonas del planeta, millones de hombres y mujeres no solo carecen de estos derechos, sino que sufren persecución, acoso, discriminación, criminalización y violencia, siendo en ocasiones ejercidas por los mismos poderes públicos que deberían velar por sus derechos ciudadanos, por su salud y por su integridad física y moral.

Pero incluso en nuestro entorno más cercano se registran a diario episodios absolutamente intolerables. Es el caso de la Homofobia y la Transfobia, dos formas de discriminación que no pueden tener cabida en ningún ámbito de la sociedad, pues lesionan los derechos de las personas, atentan contra el ordenamiento jurídico y quiebran la convivencia democrática y plural.

Todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos, y los poderes públicos tienen el deber de respetarlos y hacerlos respetar, y la obligación de evitar la violencia y la incitación al odio por motivos de orientación, prácticas, identidad sexual y de género, así como la de respetar los principios de igualdad entre mujeres y hombres, con plena inclusión de las personas o expresiones transgenéricas y transexuales.

Por lo tanto, EAJ-PNV renueva su compromiso con la diversidad sexual y con el respeto a la misma, y se compromete a:

1.- Rechazar y condenar cualquier actitud, acción, manifestación y legislación de carácter homófobo o que implique transfobia.

2.- Luchar de forma activa contra cualquier tipo de menosprecio, discriminación o violencia que constituya un ataque a la dignidad de las personas LGTBI.

3.- Proclamar nuestro compromiso con el respeto a la diversidad y a la libertad del ser humano recogidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como con los principios recogidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y los principios de Yogyakarta sobre la aplicación de la legislación internacional de Derechos Humanos en relación con la orientación sexual y la identidad de género.

4.- Mostrar nuestro compromiso activo de acción política e institucional con aquellos principios, y reclamar que se adopten las medidas necesarias, tanto legislativas como administrativas y de otra índole, para prohibir y eliminar el trato discriminatorio basado en la orientación sexual o la identidad de género en cualquier nivel de la Administración.

5.- Manifestamos nuestra especial preocupación por los múltiples casos documentados internacionalmente que ponen de manifiesto, aún hoy, la criminalización en algunos países de la homosexualidad y transexualidad, privación de derechos y discriminación legal, así como la impunidad de estos crímenes contra personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales.

6.- Llamamos a la ciudadanía a mostrar su adhesión a estas iniciativas a favor de la lucha por la igualdad y a desarrollar una labor proactiva en la lucha contra la homo-lesbofobia y la transfobia, así como cualquier forma de discriminación latente en nuestra sociedad.