Se comenzó la construcción de este torreón a finales de 1879 y se finalizó a mediados de 1881. Esta es de planta cuadrangular, originalmente compuesta por dos plantas más la azotea, que servía de puesto de vigía. Cabe recordar que tanto el terreno como el torreón fueron adquiridos en subasta pública por el consistorio santurtziarra en 1962.

En la actualidad el torreón se encuentra en estado de ruina, habiendo perdido la techumbre, varias de las paredes han comenzado a desmoronarse y abundan los escombros acumulados al pie del torreón. Además, faltan en los muros muchas piezas de sillería que han sido sustraídas. De ahí que, en algunos puntos, los muros estén descalzados y agrietados con peligro de derrumbe.

A pesar de todo esto, el torreón conserva cerca del 80% de sus muros y por ello “se encuentra en el momento decisivo para restituir sus partes perdidas de modo que pueda ser recuperado en su integridad”, tal y como ha señalado en rueda de prensa la alcaldesa de Santurtzi, Aintzane Urkijo.

El torreón tiene una superficie construida de aproximadamente 70 m2, y una altura por encima de los 6,5 metros y a principios de 2014, se acometió un refuerzo puntual en la esquina norte, mediante un cosido con llantas metálicas, para impedir que los muros noreste y noroeste siguieran abriéndose en este punto.

Para la recuperación del torreón, se ha planteado una intervención con dos naturalezas diferenciadas: la consolidación y rehabilitación de lo existente y la construcción de una estructura nueva en su interior. Es por ello que el proyecto se plantea también, en estas dos fases.

La idea es dar acceso al torreón e intentar recuperar la volumetría original de la torre. Para ello, “primero es necesaria la rehabilitación de los muros existentes y, a continuación, la construcción de una estructura interior de acero para poder acceder al torreón y alcanzar la azotea”.

Entre los trabajos a realizar están el desbroce y limpieza de la zona y desescombro del espacio interior del torreón, así como el acondicionamiento, estabilización y conservación de la estructura, y ya en la parte interior se colocarán dos escaleras de un tramo cada una, para acceder del espacio exterior a pie del torreón hasta la puerta de acceso en planta primera por una parte, y para acceder a la plataforma superior desde la planta primera por otra.

Por último, y tal y como ha explicado la primera edil, se plantea un sistema de iluminación del torreón, mediante un sistema de luminarias proyectores rotacionales, que alumbren al propio torreón, y que hagan que el mismo se vea de noche, funcionando así como referencia desde la distancia.

“Tenemos la oportunidad de recuperar parte de nuestra historia y ahora es momento de hacerlo, por lo que para la próxima festividad de Kornites, podremos volver a ver el torreón como lo fue originariamente. Podremos entonces disfrutar de nuestro patrimonio y recuperar así un poquito más de nuestro pasado”, ha concluido.

Una vez realizado el proyecto arqueológico (6.900 euros), la fase de consolidación y recuperación de muros conllevará una partida de prácticamente 89.000 euros y la de accesibilidad y puesta en valor, más de 107.000 euros (todas las cantidades, más IVA).