Pregunta. La Margen Izquierda es un feudo de tradición socialista. ¿Qué pasa para que se esté desmoronando?

Respuesta. Hasta 2007, el pesimismo se había instalado en Santurtzi. No avanzábamos al mismo ritmo que los demás. El ambiente político era de tensión, con continuas noticias negativas, muchas veces relacionadas con asuntos oscuros de otra época. Ahora la gente está esperanzada, valora que se están haciendo cosas importantes para el pueblo. En ese proceso no solo participa el votante tradicional del PNV. A nadie se le escapa que nuestro municipio es sociológicamente muy plural, pero tengo constancia de que nos ha votado mucha gente del PSE o de la izquierda abertzale.

P. ¿Qué pueden haber tenido en cuenta esas personas?

R. Han valorado la propuesta de hacer las cosas de forma diferente. Por encima de todo, hemos querido ser fieles a valores como la transparencia. El ciudadano no puede ver al político como alguien ajeno a sus problemas, que se halla en un pedestal. Hay que ser uno más y demostrarlo día a día. Hemos intentado defender a todas las personas, independientemente de la opción política. Creo que se han roto muchas barreras ideológicas. Trato de ser el alcalde del pueblo, sin hacer distingos por opciones políticas y considerando que nuestra sociedad es cada día más plural. La gente nos pide que resolvamos sus problemas, y muchas veces la política es la que los crea en función de sus luchas, de problemas totalmente ajenos a lo que es la vida real del ciudadano.

P. ¿Cómo ve la participación de Bildu en las elecciones?

R. Es muy positivo a nivel de país que todas las sensibilidades políticas estén representadas. En primer lugar, es una cuestión de principios, porque todo el mundo tiene que estar presente. Por otro lado, será un paso importante para que la situación política mejore y se avance hacia la normalización. En Santurtzi han sacado unos resultados muy similares a los que obtuvieron en las elecciones de 1999. En todo caso, nuestro proyecto tiene las siglas del PNV, pero nos hemos empeñado en hacerlo ciudadano.

P. Santurtzi sigue siendo el segundo municipio vasco con más paro.

R. Tenemos niveles de desempleo muy altos. Lo cierto es que la Margen Izquierda es, nuevamente, quien más está padeciendo esta crisis. El perfil del parado de la zona ha sido el gran perjudicado por esta crisis. Una bolsa importante de los parados de Santurtzi es gente que ha trabajado en la construcción, que difícilmente volverá a encontrar trabajo en este sector. Por ello, herramientas como la formación se tornan vitales para redirigir a esas personas hacia otros sectores.

P. ¿A la Margen Izquierda le ha faltado adaptación?

R. La Margen Izquierda ha pagado siempre los procesos de reconversión industrial en primera persona. Siempre hemos sido los paganos de todas las crisis. Ahora se ve con La Naval, Babcock o ABB. Son puestos de trabajo con personas con caras y ojos, de los que se derivan también empleos inducidos en ocupaciones auxiliares. En muchos casos, como en ABB, se trata de deslocalizaciones interesadas, muchas veces con fines especulativos. Cuando el centro de poder está alejado, los trabajadores están mucho más desprotegidos y al albur de intereses empresariales e, incluso, especulativos.

P. ¿Cree que los sucesivos Gobiernos han apoyado de forma suficiente a esta zona?

R. Nos vemos obligados a poner toda la carne en el asador, a reclamar toda la colaboración de otras instituciones en aras a una discriminación positiva de esta comarca. Las estructuras industriales pasadas decayeron, y lo hemos pagado en la Margen Izquierda. Me gustaría una mayor contundencia de las instituciones, especialmente de la que más competencias tiene, que es el Gobierno vasco, a la hora de tomar medidas que nos ayuden a salir de esta situación.

Fuente EL PAIS