Entrevista en DEIA a Estibaliz Olabarri preside la Mancomunidad de Basuras de Ezkerraldea y Meatzaldea, que pondrá el quinto contenedor en cuatro municipios 

Usted preside actualmente la Mancomunidad de Residuos de Ezkerraldea y Meatzaldea. Para quien no lo conozca, ¿cómo funciona este organismo?

-La Mancomunidad de la Margen Izquierda y Zona Minera es una entidad local, integrada actualmente por siete municipios: Barakaldo, Sestao, Portugalete, Santurtzi, Trapagaran, Ortuella y Abanto-Zierbena. Constituida en 1976, su fin social es la gestión y tratamiento de los residuos urbanos generados en estos municipios, dando servicio a más de 250.000 personas.
Reciclaje, ecología… ¿Ve que la ciudadanía está cada vez más preocupada por estas cuestiones?

-Desde que se creó, hace ya 40 años, la Mancomunidad ha tenido contacto permanente con la problemática asociada a la gestión de residuos urbanos y, por ello, ha constituido una herramienta clave para los ayuntamientos, a la hora de abordar los problemas y decidir las soluciones sobre la gestión de residuos urbanos. Hasta fechas recientes, la mayor parte de la actividad de la Mancomunidad se ha centrado en la gestión de los contenedores azul, verde, amarillo y el de fracción resto. 

¿Qué balance hace de los casi tres años que lleva al frente de la Mancomunidad? 

-Durante estos últimos años hemos trabajado en el mantenimiento de la línea hasta ahora creada, pero visualizando la posibilidad de incorporar nuevos nichos que permitan mancomunar servicios entre los ayuntamientos. Mi balance es positivo, pero aún hay mucho por hacer y hay que seguir trabajando con la misma ilusión y en la línea fijada. 

¿Cuál es el próximo gran reto al que se enfrenta este organismo comarcal? 

-Estamos haciendo un plan estratégico con nuevos retos a implantar conjuntamente, pero nuestro objetivo prioritario es la implantación del quinto contenedor en los municipios de Santurtzi, Portugalete, Trapagaran y Ortuella. Esta iniciativa ya se realizó de manera pionera a través de esta Mancomunidad en Barakaldo y Abanto-Zierbena, una experiencia que consistió en la instalación de 45 contenedores marrones. Esta es una asignatura pendiente de la mancomunidad. 

Esta semana, en los plenos municipales de los cuatro municipios, se puede dar un paso de gigante de cara a la implementación del contenedor marrón este mismo año. 

-En el pleno, debatiremos y esperamos aprobar la encomienda de gestión necesaria para que la Mancomunidad pueda solicitar los contenedores demandados por los cuatro Ayuntamientos. Es un requisito imprescindible, establecido en la subvención, sin el cual no podríamos solicitarlos. 

La implantación del quinto contenedor en Santurtzi, Portugalete, Ortuella y Trapagaran va a ser un gran paso adelante en materia de reciclaje en ambas comarcas. ¿Qué dificultades entraña la puesta en marcha de esta nueva forma de reciclaje en la comarca? 

-Quizás la principal dificultad estribe en que este contenedor, a diferencia de los otros, dispone de una cerradura y es necesario una llave específica. El objetivo es conseguir un compost de calidad y para ello es fundamental que sólo participen los ciudadanos que lo deseen y hayan, previamente, manifestado su compromiso de implicación. 

Ese compromiso, implicación e información de la ciudadanía es clave. 

-Es un tipo de reciclaje que, por sus características requiere de un compromiso previo por parte de la ciudadanía. Al tratarse de una implantación global, todos los ciudadanos que lo deseen, dispondrán del contenedor marrón en las islas de sus barrios, pero hay que tener en cuenta que un mal uso en el procedimiento supone la pérdida de todo el proceso. 

¿En qué consiste realmente este tipo de reciclaje? 

-La fracción de materia orgánica en la que se basa este tipo de reciclaje, la conforman restos de origen vegetal cocinados o no (restos de frutas, verduras, legumbres, hortalizas, así como restos de flores y plantas). La materia orgánica recogida se transporta a la nueva planta de compostaje y se transforma en compost, aprovechando por ello los residuos que hasta ahora iban a los vertederos. 

Imagino que será importante para este proyecto la ejecución mancomunada del mismo. Es decir, trabajar entre varios municipios en aspectos como la colocación estratégica de los contenedores y hacerlo de forma ordenada para, por ejemplo, establecer una ruta determinada. 

-Cada Ayuntamiento, de manera individualizada ha establecido el número y ubicación de sus contenedores. Se pretende que el mayor número de barrios dispongan de los mismos. Será la Mancomunidad la responsable de adquirirlos, instalarlos, de facilitar los kits y las llaves a las personas interesadas, de ofrecerles la información necesaria y de establecer la ruta más óptima para su gestión e implantación. 

¿Acometer este proyecto de manera mancomunada es menos costoso para cada Consistorio? 

-Un servicio mancomunado bien gestionado, por principio, debe resultar más rentable que ese mismo servicio ejecutado de manera individual. Ese es nuestro objetivo. 

En abril del pasado año, con usted presidiendo la Mancomunidad, se propuso la creación de rutas de recogida de este tipo de residuos que tuviesen en cuenta también, entre otros, a los centros escolares en sus paradas. ¿Ese proyecto en qué punto se encuentra actualmente? 

-Entendemos que el reciclaje es parte de nuestra vida. Los niños lo deben conocer en casa y en los centros educativos. El objetivo es implantarlo en barrios, en centros educativos y centros sociales donde existan comedores. No obstante, debemos ser prácticos e ir poco a poco. 

Hay muchos tipos de reciclaje (vidrio, cartón, aceite…) ¿En cuál de ellos ‘sacan una mejor nota’ Ezkerraldea y Meatzaldea? 

-El tipo de residuo que más se recicló fue el vidrio con cerca del 65% y de residuos orgánicos en masa se recicla el 40%. Aunque hay que mejorar, son los tipos de residuo que más se reciclan. 

¿En cuál de ellos está la asignatura pendiente? 

- Sobre todo en el reciclaje del biorresiduo, que cuenta con unos ratios que no alcanzaron el 4% en 2015. El objetivo para 2020 es el de mejorar el ratio del biorresiduo junto con el de residuo masa, envases ligeros y papel cartón. Entendemos que debemos seguir y fomentar esa línea, y el primer paso lo daremos gracias a la subvención de la Diputación Foral de Bizkaia, para poder poner en marcha este quinto contenedor. 

¿Está la ciudadanía cada vez más formada en materia de reciclaje o siguen existiendo dudas de a qué contenedor va cada tipo de residuo? 

-Cada vez estamos más concienciados y conocemos mejor los diferentes tipos de residuos. Los niños y niñas son un colectivo en el que los mensajes calan enseguida, y son quienes potencian en gran medida el reciclaje. 

Los más pequeños son el futuro y, también, el presente, puesto que ellos pueden ser quienes lleven a los mayores a hacer que reciclen. 

-Por eso es tan importante concienciarles desde las edades más tempranas, porque son prescriptores estupendos y a la larga cogen hábitos importantísimos casi sin darse cuenta.