PODÍA haber sido una fiesta de presentación perfecta, no en vano la noticia es una buena nueva para Santurtzi y para Bizkaia por el claro beneficio que tiene para la localidad y para el territorio el restablecimiento de la línea de ferry entre Santurtzi y Porstmouth. Sin embargo, la fiesta, que fue de brindis y alegría para unos, se convirtió en un feo desaire para otros.

El Cap Finisterre partirá de Santurtzi y en su puerto se celebró ayer un acto de presentación; un evento en el que el PSE asumió todo el protagonismo, abocando al alcalde de la localidad, el jeltzale Ricardo Ituarte, a ver la fiesta desde la barrera. El protocolo no estuvo ayer presente en el puerto, ya que Ituarte no fue tratado como su puesto de alcalde anfitrión exige. No salió en las fotos y mucho menos pudo expresar en público su satisfacción por el desembarco del Cap Finisterre. Por ello, el primer edil tuvo que hacerlo a través de una nota de prensa: "Todo lo que sea generar riqueza en nuestro pueblo es muy positivo, máxime en la actual situación económica", señaló. Asimismo, destacó que el Consistorio tiene en estudio "diversas iniciativas" para atraer al municipio a los viajeros del ferry.

Cierto es que el acto estaba organizado por la Autoridad Portuaria -controlada por los socialistas, con una amplia representación del Ejecutivo López-, pero no lo es menos que no se atendieron a las mínimas normas de cortesía. En 2006, durante la presentación del efímero ferry Fortuny, el socialista Javier Cruz, entonces alcalde de Santurtzi, acudió y participó en el acto. Ayer no fue así. Ituarte presenció el evento, junto al resto de nacionalistas presentes -el alcalde de Zierbena, Marce Elorza; el teniente de alcalde de Bilbao, Ibon Areso, y el director foral de Turismo, Gabino Martínez de Arenaza- detrás de la barrera de los medios gráficos. El desaire no pasó desapercibido para los presentes, entre quienes se escucharon algunos comentarios. "El desprecio que le han hecho al alcalde de Santurtzi es intolerable. Es el máximo responsable del municipio y por lo estar delante, como anfitrión", comentó un asistente al acto.

Lo cierto es que,a tenor de lo sucedido, la presentación en sociedad del Cap Finisterre se convirtió en una plataforma preelectoral para los socialistas. Y a ello contribuyó la presencia de la plana mayor del Departamento de Transportes del Gobierno vasco. De hecho, el consejero Iñaki Arriola reaparecía ayer en Bizkaia tras largos meses de ausencia -no está en un acto oficial en este territorio desde que el pasado mes de julio acudiera a la polémica colocación de la primera piedra del tranvía de Leioa-. Arriola centró su discurso en programas impulsados por Lakua como "las autopistas del mar o el ecobono". Pero no estuvo solo. Llegó acompañado del viceconsejero, Ernesto Gasco, y de la directora de Turismo del Gobierno vasco, Isabel Muela.

Fte:DEIA