La adjudicación incluye el traslado de los materiales retirados a vertederos autorizados. Así lo advirtió ayer en un comunicado la eléctrica, que estimó que las obras durarán tres años y finalizarán con el derribo de las dos enormes chimeneas de 186 y 156 metros de altura. La segunda fase, prevista para finales de año, consistirá en la retirada de tanques, calderas y transformadores. Después se acometerá la demolición de la obra civil. A finales de 2009, cuando anunció la desaparición de la térmica, Iberdrola también se comprometió a mantener a los 70 trabajadores para recolocarles en Bizkaia.La empresa encargada del desmontaje ya tiene experiencia en centrales como la de Santurtzi. IGR (Investigación y Residuos S.A.) tiene una plantilla de cien empleados y desmanteló en 2005 la planta asturiana de Lada y, más recientemente, la térmica de Castellón.
Fte: el correo